Ven a conocer Portillo, en medio de la cordillera de Los Andes a 150 kilómetros de Santiago. Cuenta con restaurantes y alojamientos para que puedas disfrutar de unos días de ski junto a tu familia y amigos.
Portillo es sin duda el lugar favorito de los norteamericanos para esquiar en Chile. El lugar es maravilloso, las pistas son excelentes, el fuera de pista mejor y el servicio es de calidad internacional.
La historia de Portillo se remonta con la construcción del ferrocarril entre Chile y Argentina, inaugurado en 1910. Para esto, trajeron a expertos europeos, que debido a la dificultad del terreno se desplazaban mucho en skis y utilizaban el mismo tren como andarivel. Luego para 1930 se crea el concepto de centro de ski. Un grupo de instructores de ski europeos llegaron a Chile y se alojaban en "Hotel Portillo" (que no era más que una cabaña en donde se alojaban tanto pasajeros como personal).
A comienzos de la década del 40 comienza la construcción del Gran Hotel de Portillo, que finaliza en 1949 con 125 habitaciones. En ese momento el centro contaba con 2 andariveles telesilla para una persona y un andarivel de arrastre. La montaña y sus pistas eran mantenidas por el personal de la escuela, los pasajeros y la escuela de alta montaña del ejército. Si bien el centro pertenecía al Estado, éste decidió venderlo a manos de privados en 1961. Fue ahí cuando Bob Purcell y Dick Aldrich compraron el centro y el 15 de Junio de 1961 se inaugura la primera temporada en manos de privados, luego Portillo logra quedar como sede del Mundial de Ski para 1966, lo que implicó una fuerte inversión en construcción de nueva infraestructura y edificaciones acordes a las demandas del evento, también debieron preparar las pistas según los requerimientos de la FIS, mejorar el sistema de telecomunicaciones y mejorar los accesos; sin embargo el año 65 hubo un gran temporal que generó una avalancha de grandes proporciones que se llevó gran parte de los andariveles que se habían instalado para la ocasión, murieron 5 esquiadores y parte del alojamiento quedó sepultado. Varios equipos de ski quedaron atrapados y debieron esquiar hasta 32 kilómetros para llegar a la estación de trenes más cercana. La FIS estaba muy preocupada porque no creían posible llegar a la fecha, pero Bob Purcell lo logró: se comprometió ante la FIS con la reconstrucción de las obras, compró la parte de Aldrich y comenzó a trabajar. Gracias a toda la logística y gestiones, más el apoyo del ejército lograron llegar a la meta y todo salió espectacular a la hora de realizar el evento. Desde aquel memorable evento Portillo ha continuado su tradición de hospedar a diversas delegaciones de ski del mundo, haciéndose un lugar en el corazón de la gran mayoría de ellos. Hoy en día Portillo cuenta con 5 telesillas y 9 andariveles de arrastre, 35 pistas y más de 5 km2 de terreno esquiable. La caída de nieve en promedio bordea los 8.3 metros de acumulación anual, y la pista más larga tiene unos agradables 2.5 kilómetros. La base se encuentra a 2.880 MSNM y la altura máxima se encuentra a los 3.310 MSN.
Emplazado casi al borde de la frontera con Argentina, para llegar a Portillo debemos enfilar hacia Los Andes y tomar el camino internacional hacia el Paso Los Libertadores. A menos de tres kilómetro de la aduana integrada se encuentra el resort, con su imponente y clásico edificio amarillo (ojo si es primera vez que vas, ya que la entrada no se aprecia bien desde el camino; si vienes desde el Paso se aprecia claramente).
Si vas a esquiar, haces check-in, dejas tus cosas y te diriges a esquiar. Cuando llegas al subsuelo, un amable señor tomará tus zapatos y te entregará un ticket. Ya con las botas puestas, te diriges hacia las pistas... Si llegas en la mañana, Roca Jack es el lugar. Si llegas en la tarde, Plateau es la opción pero siempre después de haber ido a almorzar a Tío Bob's, en la mitad de la montaña.
Al finalizar el día de ski, te dirigirás de vuelta a buscar tus zapatos y te encontrarás con el amable personal listo para tomar tus skis y dejarlos en custodia. Al llegar a retirar los zapatos, éstos estarán calentitos esperando por ti. Esa es la modalidad Portillo: todo preparado para tu comodidad, con tantos años de experiencia ya saben qué es lo que el cliente quiere y qué necesidades tiene.
Ten en cuenta que a Portillo vas a esquiar. Si no te interesa hacerlo existen otras actividades, pero no son muchas. Ahí saben que siempre hay algún pasajero que quizás se salte un día o no esquíe todo el día; sin embargo podrás encontrar de todo para todos; existe mini escuela para los niños, guardería e incluso la opción de niñera particular. Fuera de cuidados, los pequeños tienen acceso a la sala de juegos, la sala de lectura, piscina y a la ya tradicional carrera Sol de Portillo para todos los niños que hayan tomado alguna clase o hayan participado de algún día de kids camp. Para los más grandecitos existe la sala de internet y su pequeña biblioteca, clases de yoga y estiramiento gratuitas con la grandiosa Heidi, también está el fitness center y la piscina con su hot tub y para mayor comodidad tienes tu locker para dejar las cosas. También hay salón de belleza y clínica.
Aquí vienes a pasar una ski week de sábado a sábado y como el lugar tiene muchas áreas comunes. Muchos dicen que es como estar en un crucero, todo esto le da una onda hogareña que es bastante distintiva entre sus pares y es parte de la esencia de este centro. Por algo los pasajeros vuelven siempre.
Un gran plus que tiene Portillo es que como está bastante alejado de alguna ciudad, no hay muchos esquiadores que vayan por el día, por lo tanto nunca estará colapsado.